¿Cuáles son los retos en las excavaciones en ciudades como Madrid?

GETAFE/Varios (30/11/2025) – Las grandes capitales están en continuo desarrollo. No en vano, necesitan adaptarse a las nuevas necesidades y a la forma de entender los nuevos espacios. A la hora de enfrentarse a este tipo de proyectos es necesario tener en cuenta no solo factores geológicos de la zona, sino los técnicos, urbanos y las licencias.

A diferencia de otros entornos donde se puede proyectar con más libertad, en una capital, las actuaciones subterráneas no sólo deben tener en cuenta la seguridad, sino también la eficiencia y el respeto al entorno urbano y vecinal.

La importancia del conocimiento geológico

“El primer paso para una excavación exitosa es comprender la geología local” enuncian desde Mitex 2003.

Madrid se asienta sobre una estructura geológica heterogénea, compuesta por materiales arcillosos, arenas, gravas y niveles de yesos en ciertas zonas. Estas diferencias determinan el comportamiento del terreno frente a la excavación y la estabilidad.

Un estudio geotécnico detallado, con sondeos, ensayos de laboratorio y análisis a distintos niveles, permite anticipar problemas como la presencia de agua subterránea, suelos expansivos o zonas con baja capacidad portante.

Conocer estas características evita decisiones erróneas en la elección de maquinaria, métodos de contención o sistemas de drenaje. Por ejemplo, una excavación en terrenos yesíferos mal gestionada puede generar disoluciones o colapsos, mientras que en zonas arcillosas, la humedad puede causar desplazamientos y deformaciones en estructuras colindantes.

Adecuar la estrategia de excavación

Cada entorno urbano exige una estrategia de excavación adaptada. “Las excavaciones en Madrid, donde abundan edificaciones históricas y redes subterráneas (metro, túneles de servicios, colectores), la planificación debe considerar no solo el tipo de terreno, sino también las cargas y vibraciones que pueden transmitirse al entorno” explican.

Métodos como la excavación con pantallas continuas, los sistemas top-down o las técnicas con bentonita son habituales para controlar la estabilidad y minimizar la afectación a edificios cercanos.

Además, es clave diseñar un plan de gestión de tierras que contemple el transporte, acopio y tratamiento de materiales excavados, de acuerdo con la normativa ambiental y los objetivos de sostenibilidad. La coordinación con los servicios municipales y la comunicación con los vecinos también forman parte de la estrategia: un entorno informado y bien gestionado reduce conflictos y molestias.

Principales riesgos a evitar

Los principales riesgos en las excavaciones urbanas pueden resumirse en cinco categorías:

  1. Asentamientos diferenciales que afecten a edificios o infraestructuras próximas.
  2. Filtraciones o surgencias de agua, que pueden comprometer la estabilidad o provocar inundaciones.
  3. Vibraciones y ruidos derivados de la maquinaria, con impacto directo en el confort y la salud de los vecinos.
  4. Contaminación del aire y del suelo, especialmente por polvo o vertidos no controlados.
  5. Falta de coordinación con redes subterráneas existentes, lo que puede derivar en daños o interrupciones de servicios.

Redacción Getafe Capital

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